miércoles, 13 de enero de 2016

el patito feo

El cuento del Patito Feo.
Como en cada verano , a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral

estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los mas guapos de todos. 

Llego el dia en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se

juntaron ante el nido para verles por primera vez.
Uno a uno fueron saliendo hasta seis preciosos patitos , cada uno acompañado por

los gritos de alegria de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que

tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo , el mas grande de los siete , aun no se

habia abierto.
Todos concentraron su atencion en el huevo que permanecia intacto , tambien los patitos

recien nacidos, esperando ver algun signo de movimiento.
Al poco, el huevo comenzo a romperse y de el salio un sonriente patito , mas grande que sus

hermanos , pero ¡oh , sorpresa! , muchisimo mas feo y desgarbado que los otros seis...
La Señora Pata se moria de verguenza por haber tenido un patito tan feo y le aparto de ella con el

ala mientras prestaba atencion a los otros seis.
El patito se quedo tristisimo porque se empezo a dar cuenta de que alli no le querian...
Pasaron los dias y su aspecto no mejoraba , al contrario , empeoraba , pues crecia muy rapido y

era flaco y desgarbado, ademas de bastante torpe el pobre..
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reian constantemente de el llamandole feo y torpe.
El patito decidio que debia buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le

quisieran a pesar de su desastroso aspecto y una mañana muy temprano , antes de que se

levantase el granjero , huyo por un agujero del cercado.
Asi llego a otra granja , donde una anciana le recogio y el patito feo creyo que habia encontrado

un sitio donde por fin le querrian y cuidarian , pero se equivoco tambien , porque la vieja era mala y

solo queria que el pobre patito le sirviera de primer plato. Y tambien se fue de aqui corriendo.
Llego el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo

y la nieve y tuvo que huir de cazadores que querian dispararle.
Al fin llego la primavera y el patito paso por un estanque donde encontro las aves mas bellas que

jamas habia visto hasta entonces. Eran elegantes , graciles y se movian con tanta distincion que se

sintio totalmente acomplejado porque el era muy torpe. De todas formas, como no tenia nada que

perder se acerco a ellas y les pregunto si podia bañarse tambien.
Los cisnes, pues eran cisnes las aves que el patito vio en el estanque, le respondieron:
- ¡Claro que si , eres uno de los nuestros!
A lo que el patito respondio:
-¡No os burleis de mi!. Ya se que soy feo y flaco , pero no deberiais reir por eso...
- Mira tu reflejo en el estanque -le dijeron ellos- y veras como no te mentimos.
El patito se introdujo incredulo en el agua transparente y lo que vio le dejo maravillado.

¡Durante el largo invierno se habia transformado en un precioso cisne!. Aquel patito feo y desgarbado

era ahora el cisne mas blanco y elegante de todos cuantos habia en el estanque.
Asi fue como el patito feo se unio a los suyos y vivio feliz para siempre. Licencia Creative Commons
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los tres cerditos

El cuento de los tres cerditos.
Al lado de sus padres , tres cerditos habian crecido alegres en una cabaña del bosque. Y como ya

eran mayores, sus papas decidieron que era hora de que construyeran , cada uno, su propia casa.

Los tres cerditos se despidieron de sus papas, y fueron a ver como era el mundo.
El primer cerdito, el perezoso de la familia , decidio hacer una casa de paja. En un minuto la choza

estaba ya hecha. Y entonces se fue a dormir.
El segundo cerdito , un gloton , prefirio hacer la cabaña de madera. No tardo mucho en construirla.

Y luego se fue a comer manzanas.
El tercer cerdito , muy trabajador , opto por construirse una casa de ladrillos y cemento.

Tardaria mas en construirla pero estaria mas protegido. Despues de un dia de mucho trabajo, la

casa quedo preciosa. Pero ya se empezaba a oir los aullidos del lobo en el bosque.
No tardo mucho para que el lobo se acercara a las casas de los tres cerditos. Hambriento , el lobo se

dirigio a la primera casa y dijo:

- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplare y tu casa tirare!.

Como el cerdito no la abrio, el lobo soplo con fuerza, y derrumbo la casa de paja. El cerdito,

temblando de miedo, salio corriendo y entro en la casa de madera de su hermano.

El lobo le siguio. Y delante de la segunda casa, llamo a la puerta, y dijo:

- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplare y tu casa tirare!

Pero el segundo cerdito no la abrio y el lobo soplo y soplo, y la cabaña se fue por los aires. Asustados,

los dos cerditos corrieron y entraron en la casa de ladrillos de su otro hermano.

Pero, como el lobo estaba decidido a comerselos, llamo a la puerta y grito:

- ¡Ábreme la puerta!¡Ábreme la puerta o soplare y tu casa tirare!

Y el cerdito trabajador le dijo:

- ¡Soplas lo que quieras, pero no la abrire!
Entonces el lobo soplo y soplo. Soplo con todas sus fuerzas, pero la casa ni se movio. La casa era

muy fuerte y resistente. El lobo se quedo casi sin aire.

Pero aunque el lobo estaba muy cansado, no desistia.

Trajo una escalera , subio al tejado de la casa y se deslizo por el pasaje de la chimenea. Estaba

empeñado en entrar en la casa y comer a los tres cerditos como fuera. Pero lo que el no sabia es que

los cerditos pusieron al final de la chimenea, un caldero con agua hirviendo.

Y el lobo , al caerse por la chimenea acabo quemandose con el agua caliente. Dio un enorme

grito y salio corriendo y nunca mas volvio.

Asi los cerditos pudieron vivir tranquilamente. Y tanto el perezoso como el gloton aprendieron que

solo con el trabajo se consigue las cosas.
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ricitos de oro

El cuento de Ricitos de Oro.
Erase una vez una tarde , se fue Ricitos de Oro al bosque y se puso a coger flores. Cerca de alli,

habia una cabaña muy bonita , y como Ricitos de Oro era una niña muy curiosa , se acerco paso a

paso hasta la puerta de la casita. Y empujo.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.
Encima de la mesa habia tres tazones con leche y miel. Uno , era grande; otro, mediano; y otro,

pequeño. Ricitos de Oro tenia hambre, y probo la leche del tazon mayor. ¡Uf! ¡Esta muy caliente!
Luego, probo del tazon mediano. ¡Uf! ¡Esta muy caliente! Despues, probo del tazon pequeñito, y le

supo tan rica que se la tomo toda, toda.
Habia tambien en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra silla era mediana, y otra silla era

pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a

sentarse en la silla mediana. Pero era muy ancha.

Entonces, se sento en la silla pequeña, pero se dejo caer con tanta fuerza, que la rompio.
Entro en un cuarto que tenia tres camas. Una, era grande; otra, era mediana; y otra, pequeña.
La niña se acosto en la cama grande, pero la encontro muy dura. Luego, se acosto en la cama

mediana, pero tambien le perecio dura.
Despues, se acosto, en la cama pequeña. Y esta la encontro tan de su gusto, que Ricitos de Oro se

quedo dormida.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y

venian de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche.


Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era el padre. Otro, era mediano

y usaba cofia, porque era la madre. El otro, era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito muy

pequeño.
El Oso grande, grito muy fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche! El Oso mediano, gruño un poco

menos fuerte:

-¡Alguien ha probado mi leche! El Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han tomado toda

mi leche! Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabian que pensar.
Pero el Osito pequeño lloraba tanto, que su papa quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no

hiciera caso , porque ahora iban a sentarse en las tres sillas de color azul que tenian, una para cada

uno.
Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde estaban las sillas.
¿Que ocurrio entonces?.
El Oso grande grito muy fuerte: -¡Alguien ha tocado mi silla! El Oso mediano gruño un poco

menos fuerte..

-¡Alguien ha tocado mi silla! El Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han sentado en mi silla

y la han roto!
Siguieron buscando por la casa, y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo: -¡Alguien se

ha acostado en mi cama! El Oso mediano dijo:

-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo:
-¡Alguien esta durmiendo en mi cama!
Se desperto entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asusto tanto, que dio un

salto y salio de la cama.
Como estaba abierta una ventana de la casita, salto`por ella Ricitos de Oro, y corrio sin parar por

el bosque hasta que encontro el camino de su casa.
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el gato con botas

                                             El cuento del Gato con Botas.

Erase una vez un viejo molinero que tenía tres hijos. Acercándose la hora de su muerte hizo llamar a sus tres hijos. "Mirad, quiero repartiros lo poco que tengo antes de morirme". Al mayor le dejó el molino, al mediano le dejó el burro y al más pequeñito le dejó lo último que le quedaba, el gato. Dicho esto, el padre murió.

Mientras los dos hermanos mayores se dedicaron a explotar su herencia, el más pequeño cogió unas de las botas que tenía su padre, se las puso al gato y ambos se fueron a recorrer el mundo. En el camino se sentaron a descansar bajo la sombra de un árbol. Mientras el amo dormía, el gato le quitó una de las bolsas que tenía el amo, la llenó de hierba y dejó la bolsa abierta. En ese momento se acercó un conejo impresionado por el color verde de esa hierba y se metió dentro de la bolsa. El gato tiró de la cuerda que le rodeaba y el conejo quedó atrapado en la bolsa. Se hecho la bolsa a cuestas y se dirigió hacia palacio para entregársela al rey. Vengo de parte de mi amo, el marqués Carrabás, que le manda este obsequio. El rey muy agradecido aceptó la ofrenda.

Pasaron los días y el gato seguía mandándole regalos al rey de parte de su amo. Un día, el rey decidió hacer una fiesta en palacio y el gato con botas se enteró de ella y pronto se le ocurrió una idea. "¡Amo, Amo! Sé cómo podemos mejorar nuestras vidas. Tú solo sigue mis instrucciones." El amo no entendía muy bien lo que el gato le pedía, pero no tenía nada que perder, así que aceptó. "¡Rápido, Amo! Quítese la ropa y métase en el río." Se acercaban carruajes reales, era el rey y su hija. En el momento que se acercaban el gato chilló: "¡Socorro! ¡Socorro! ¡El marqués Carrabás se ahoga! ¡Ayuda!". El rey atraído por los chillidos del gato se acercó a ver lo que pasaba. La princesa se quedó asombrada de la belleza del marqués. Se vistió el marqués y se subió a la carroza.

El gato con botas, adelantándose siempre a las cosas, corrió a los campos del pueblo y pidió a los del pueblo que dijeran al rey que las campos eran del marqués y así ocurrió. Lo único que le falta a mi amo -dijo el gato- es un castillo, así que se acordó del castillo del ogro y decidió acercarse a hablar con él. "¡Señor Ogro!, me he enterado de los poderes que usted tiene, pero yo no me lo creo así que he venido a ver si es verdad."

El ogro enfurecido de la incredulidad del gato, cogió aire y ¡zás! se convirtió en un feroz león. "Muy bien, -dijo el gato- pero eso era fácil, porque tú eres un ogro, casi tan grande como un león. Pero, ¿a que no puedes convertirte en algo pequeño? En una mosca, no, mejor en un ratón, ¿puedes? El ogro sopló y se convirtió en un pequeño ratón y antes de que se diera cuenta ¡zás! el gato se abalanzó sobre él y se lo comió. En ese instante sintió pasar las carrozas y salió a la puerta chillando: "¡Amo, Amo! Vamos, entrad." El rey quedó maravillado de todas las posesiones del marqués y le propuso que se casara con su hija y compartieran reinos. Él aceptó y desde entonces tanto el gato como el marqués vivieron felices y comieron perdices.

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caperucita

El cuento de Caperucita Roja.
Erase una vez una niña muy bonita. Su madre le habia hecho una capa roja y la niña la llevaba tan a

menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Un dia , su madre le pidio que llevase unos pasteles a su abuelita que vivia al otro lado del bosque ,

recomendandole que no se entretuviese en el camino , porque cruzar el bosque era muy peligroso , ya

que siempre estaba acechando por alli el lobo.
Caperucita Roja recogio la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenia que atravesar el

bosque para llegar a casa de la Abuelita , pero no tenia miedo porque alli siempre se encontraba con

muchos amigos:

los pajaros, las ardillas...
De repente vio al lobo , que era enorme , delante de ella.
- ¿A donde vas , niña? - le pregunto el lobo con su voz ronca.
- A casa de mi Abuelita - dijo Caperucita.
- No esta lejos - penso el lobo para si, dandose media vuelta.
Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido

-penso- , no tengo nada que temer. La abuelita se pondra muy contenta cuando la lleve un

hermoso ramo de flores ademas de los pasteles.
Mientras , el lobo se fue a casa de la Abuelita , llamo suavemente a la puerta y la abuelita le abrio

pensando que era su nieta Caperucita. Un cazador que pasaba por alli habia observado la llegada del

lobo.
El lobo devoro a la Abuelita y se puso su gorro rosa se metio en la cama y cerro los ojos. No tuvo que

esperar mucho , ya queCaperucita Roja llego enseguida , toda muy contenta.
La niña se acerco a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.
- Abuelita , abuelita , ¡que ojos mas grandes tienes!
- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
- Abuelita , abuelita , ¡que orejas mas grandes tienes!
- Son para oirte mejor- siguio diciendo el lobo.
- Abuelita , abuelita , ¡que dientes mas grandes tienes!
- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzo sobre Caperucita y la

devoro al igual que habia hecho con la abuelita.
Mientras tanto, el cazador se habia quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del

lobo, decidio echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidio ayuda a un segador y

los dos juntos llegaron al lugar.
Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.
El cazador saco su cuchillo y rajo el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban alli, ¡vivas!.
Para castigar al malvado lobo , el cazador le lleno el vientre de piedras y luego lo volvio a cerrar.

Cuando el lobo desperto de su pesado sueño, sintio muchisima sed y se dirigio a un estanque

proximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayo en el estanque de cabeza y se

ahogo.
    
En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron mas que un gran susto, pero Caperucita Roja

habia aprendido la leccion. Prometio a su Abuelita no hablar con ningun desconocido que se

encontrara en su camino. De ahora en adelante , seguiria los consejos de su Abuelita y de su Mama.
FIN
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